Fugas ocultas: flujos de gas natural revelados frente a la costa de Groenlandia

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Un nuevo estudio revela importantes fugas naturales de petróleo y gas a lo largo de la plataforma continental sumergida del noreste de Groenlandia, una región en gran medida inexplorada hasta ahora. Este descubrimiento, dirigido por el investigador Christoph Böttner de la Universidad de Aarhus, arroja luz sobre un aspecto vital, pero a menudo pasado por alto, del ecosistema ártico frente a las condiciones climáticas que cambian rápidamente.

Si bien investigaciones anteriores han insinuado filtraciones naturales, este estudio proporciona el primer mapa completo de fugas de petróleo y gas frente a la costa nororiental de Groenlandia. Combina datos de expediciones académicas recientes con valiosos registros geológicos recopilados durante exploraciones industriales pasadas. Este enfoque integrado permitió a los investigadores rastrear las intrincadas rutas que siguen los gases en su viaje desde depósitos subterráneos profundos a través de sedimentos hasta el fondo del océano.

“Esta gran cantidad de información nos da una idea más clara de cómo las emisiones naturales de metano contribuyen al ciclo del carbono en el Ártico”, explica Böttner. “Ahora podemos distinguir mejor entre las filtraciones antiguas que han persistido durante milenios y cualquier aumento potencial de las emisiones impulsado por el cambio climático y el calentamiento de los mares”.

Por qué es importante el noreste de Groenlandia

La selección de esta región remota y helada para su estudio es deliberada. El noreste de Groenlandia sigue siendo uno de los rincones menos explorados y más inaccesibles de la Tierra, pero sigue siendo un excelente ejemplo de cómo el Ártico se está transformando debido al cambio climático. Esto lo convierte en un laboratorio natural invaluable para comprender tanto los patrones a largo plazo como los posibles impactos futuros de las filtraciones de metano y petróleo en este ambiente sensible.

“El noreste de Groenlandia desempeña un papel vital en nuestra comprensión de la investigación climática y del ciclo global del carbono”, afirma la profesora Marit-Solveig Seidenkrantz, coautora del estudio de la Universidad de Aarhus. Ella enfatiza que estas fugas no solo impactan los flujos de carbono atmosféricos y oceánicos; también influyen directamente en la vida marina, desde organismos microscópicos hasta criaturas más grandes adaptadas a las aguas árticas.

Hidratos de gas: ¿una bomba de tiempo?

El equipo de investigación descubrió evidencia de hidratos de gas en la plataforma continental que rodea Groenlandia. Estas estructuras únicas se parecen al hielo, pero se forman a partir de moléculas de agua unidas a gases naturales atrapados bajo una inmensa presión y temperaturas heladas dentro de los sedimentos del fondo marino.

“Nuestros hallazgos proporcionan la primera documentación sobre hidratos de gas en esta área”, explica Frank Werner Jakobsen, coautor de la UiT, la Universidad Ártica de Noruega. “Esto plantea la posibilidad de que el deshielo del permafrost y el aumento de la temperatura del mar puedan desestabilizar estos hidratos, provocando una liberación acelerada de gases de efecto invernadero a la atmósfera”.

Larga historia, futuro incierto

Los investigadores estiman que entre 677 millones y 1,46 mil millones de toneladas métricas de gas (equivalentes a aproximadamente entre 500 millones y más de mil millones de toneladas métricas de carbono) se han filtrado en el océano desde que las grandes capas de hielo se retiraron hace unos 15.000 años. Esto subraya la naturaleza duradera de las fugas naturales de hidrocarburos en esta región.

Sin embargo, el cambio climático está acelerando el calentamiento del Ártico a un ritmo sin precedentes, lo que podría aumentar estas emisiones en el futuro. Böttner destaca la urgencia de comprender los niveles de filtración actuales para predecir con precisión su evolución en un clima cambiante: “Necesitamos estos datos de referencia ahora porque estamos viendo cambios muy rápidos y, sin ellos, nuestra capacidad para modelar escenarios futuros es limitada”.

Este estudio destaca la urgente necesidad de incorporar estos hallazgos en los modelos climáticos utilizados para proyectar las tendencias futuras del calentamiento global. Sirve como un poderoso recordatorio de que, si bien los procesos naturales como las filtraciones han dado forma al Ártico durante milenios, el cambio climático inducido por el hombre añade una nueva capa compleja a este sistema dinámico.