Legisladores exigen una investigación sobre los cierres del Goddard de la NASA en medio del caos y las acusaciones de mala gestión

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Los miembros del Congreso han solicitado formalmente una investigación federal sobre los cierres abruptos y las reubicaciones del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA, alegando mala gestión y posibles violaciones de la ley federal durante el reciente cierre del gobierno. La medida surge tras la creciente preocupación entre empleados y legisladores de que proyectos científicos críticos estén siendo puestos en peligro por acciones apresuradas tomadas mientras la mayoría del personal de la NASA estaba suspendido.

La presión del Congreso aumenta

La representante Zoe Lofgren, una destacada demócrata en el Comité de Ciencia, Espacio y Tecnología de la Cámara de Representantes, encabezó el llamado a una auditoría por parte de la Oficina del Inspector General (OIG) de la NASA. Una carta firmada conjuntamente por otros 15 miembros del Congreso acusa al liderazgo de la NASA de acelerar un plan de reestructuración del campus a largo plazo de una manera que ignora los protocolos de seguridad y amenaza las misiones en curso. Los legisladores cuestionan específicamente la razón detrás del rápido desmantelamiento de las instalaciones, mientras que a una parte significativa de la fuerza laboral se le prohibió trabajar debido al cierre.

El momento es crítico: en septiembre, el liderazgo de la NASA señaló una aceleración agresiva de su Plan Maestro de 20 años, con el objetivo de completar cambios importantes en el campus para marzo de 2026. Esta medida coincidió con el gobierno federal que despidió a más de 15.000 empleados de la NASA, creando una situación en la que a personal selecto se le concedió el estatus de “excepto” para empacar y reubicar los laboratorios, a veces sin una dirección o supervisión clara.

Acusaciones de conducta irregular

Las comunicaciones internas obtenidas por Space.com muestran que algunos movimientos se llevaron a cabo con mínimo aviso, incluso cuando equipos sensibles fueron trasladados apresuradamente desde instalaciones que apoyaban misiones de alto perfil como el Telescopio Espacial Romano Nancy Grace y la sonda Dragonfly a la luna Titán de Saturno. Un ingeniero describió escenas de contratistas “arrojando cosas fuera de las habitaciones” mientras los empleados estaban bloqueados, citando comunicación errática y falta de documentación formal.

La carta de los legisladores acusa a la administración de Goddard de comunicaciones “erráticas y altamente irregulares”, cuestionando si las reubicaciones aceleradas se alinean con la planificación a largo plazo de la agencia o sirven a una agenda más amplia y políticamente motivada. Algunos funcionarios sospechan que las medidas están vinculadas a recortes presupuestarios propuestos que reducirían drásticamente la financiación científica de la NASA.

NASA defiende acciones

Los funcionarios de la NASA insisten en que las reubicaciones son fiscalmente necesarias y se alinean con la planificación a largo plazo para reducir los costos operativos y abordar el mantenimiento diferido. La directora interina de Goddard, Cynthia Simmons, y la administradora asociada de la Dirección de Misión Científica, Nicola Fox, afirman que los cambios se discutieron ya en junio de 2023 y, en última instancia, ahorrarán a la agencia un estimado de $74 millones al año. Argumentan que las medidas se coordinaron con los directores de proyecto para minimizar las interrupciones.

Sin embargo, los legisladores siguen siendo escépticos y señalan lo que describen como un alejamiento del enfoque gradual del Plan Maestro. Cuestionan si la agencia actuó con prudencia durante el cierre, citando posibles violaciones de la Ley Antideficiencia.

Inspector General decidirá

La OIG ahora debe determinar si inicia una auditoría formal de la gestión de Goddard por parte de la NASA, centrándose específicamente en la toma de decisiones detrás de las reubicaciones, el cumplimiento del Plan Maestro y el manejo de la propiedad gubernamental. Si se lleva a cabo una auditoría, examinará si la presión política influyó en el cronograma acelerado y si las decisiones clave se tomaron de buena fe.

La situación pone de relieve una tensión más amplia entre los objetivos científicos a largo plazo de la NASA y las cambiantes prioridades presupuestarias. Independientemente de la decisión de la OIG, se espera que el escrutinio de Goddard por parte del Congreso continúe mientras los legisladores buscan una mayor transparencia y rendición de cuentas por parte de la agencia.