Una pandemia de hongos mortal que asola las poblaciones de anfibios está provocando una extraña adaptación en una especie de rana australiana: las ranas infectadas saltan casi un 25% más que las sanas. Este aumento aparentemente paradójico en el rendimiento deportivo puede ser una respuesta evolutiva desesperada para maximizar las oportunidades de apareamiento antes de que el hongo resulte fatal.
El hongo quítrido y el declive mundial de los anfibios
El patógeno Batrachochytrium dendrobatidis (Bd), u hongo quitridio, ha provocado una disminución global de las poblaciones de anfibios, y algunas especies se enfrentan a la extinción. El hongo ataca la piel, altera el equilibrio electrolítico y, en última instancia, mata al huésped. Si bien la mayoría de los anfibios infectados experimentan una pérdida de energía debilitante, algunas especies exhiben cambios fisiológicos inesperados.
Las ranas arbóreas alpinas y el efecto “supersalto”
Investigadores de la Universidad de Melbourne estudiaron Litoria verreauxii alpina, o ranas arborícolas alpinas de Verreaux, para comprender cómo la infección por Bd afecta su rendimiento físico. El estudio dividió 60 ranas en grupos infectados y no infectados y rastreó su distancia de salto durante seis semanas.
Los resultados fueron sorprendentes : las ranas infectadas saltaban constantemente casi una cuarta parte más que sus contrapartes sanas. Este “súper salto” no es una señal de mejora de la salud; más bien, se cree que es un último esfuerzo para encontrar pareja antes de que el hongo abrume el sistema de la rana. Otras ranas infectadas aumentan sus vocalizaciones para atraer parejas, y esta movilidad mejorada podría tener el mismo propósito.
La perspectiva del hongo: facilitar la transmisión
Los expertos sugieren que el Bd podría incluso beneficiarse de esta adaptación. Un mayor movimiento ayuda a la transmisión de hongos, extendiendo su supervivencia dentro de la población huésped. Esto pone de relieve cómo los patógenos pueden manipular el comportamiento del huésped en su propio beneficio.
Implicaciones para la conservación e investigación en curso
La interacción entre Bd y sus huéspedes es compleja y varía según la especie y el entorno. Si bien algunas ranas muestran una resistencia temporal, la mayoría sucumbe a la infección una vez que aparecen los signos clínicos. Los científicos enfatizan la urgencia de comprender esta dinámica para mitigar la propagación de Bd y proteger a las poblaciones de anfibios vulnerables.
“Lo único que podemos hacer es aprender todo lo que podamos para ayudar a las especies a sobrevivir y frenar o detener la propagación del Bd antes de que sea demasiado tarde”, afirma Alexander Wendt, investigador principal del estudio.
El salto desesperado de la rana arborícola alpina subraya la brutal eficiencia de la selección natural. Incluso frente a una pandemia mortal, la vida encuentra una manera, aunque sea fugaz, de perpetuarse.
