El ‘cambio de color’ del cometa interestelar desacreditado: algo más que un bonito azul

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El cometa 3I/ATLAS, apenas el tercer visitante interestelar confirmado de nuestro sistema solar, continúa fascinando tanto a los científicos como a los entusiastas del espacio. Desde su descubrimiento en julio, este vagabundo cósmico ha sorprendido a los observadores con comportamientos inesperados mientras recorre nuestro vecindario iluminado por el sol.

Observaciones recientes revelaron que 3I/ATLAS experimentó un espectacular aumento de brillo a medida que se acercaba al perihelio (su punto más cercano al Sol) el 30 de octubre. Este rápido brillo, capturado por tres naves espaciales colocadas frente al Sol, superó lo que normalmente se ve en cometas a distancias similares de nuestra estrella. El análisis de estas imágenes, publicadas en el servidor de preimpresión arXiv, sugirió que 3I/ATLAS era notablemente más azul que el Sol, en contraste con observaciones anteriores que indicaban una composición de polvo rojizo.

Los medios de comunicación informaron ampliamente que el cometa “cambió de color” varias veces, a menudo atribuyéndolo a causas misteriosas. Sin embargo, Qicheng Zhang, becario postdoctoral en el Observatorio Lowell y coautor del estudio, aclara que se trata de una interpretación errónea.

“No tenemos ninguna evidencia de que el coma gaseoso cambie de color”, explicó Zhang a Space.com. “Nuestro resultado acaba de mostrar que es probable que el coma gaseoso todavía esté presente y contribuya sustancialmente al brillo general”.

A los cometas se les suele denominar “bolas de nieve sucias” debido a sus núcleos helados compuestos de gases congelados mezclados con rocas y partículas de polvo. A medida que un cometa se acerca al Sol, estos gases congelados se subliman, pasando directamente de sólido a gas, formando halos gaseosos brillantes llamados “comas” que dan a los cometas su apariencia borrosa. El viento solar puede expulsar aún más estos gases, creando una larga cola.

Zhang enfatiza que 3I/ATLAS sólo pareció cambiar de color una vez: cuando su coma se iluminó mientras se calentaba cerca del Sol a principios de este año, antes de que los informes de los medios se centraran en un supuesto “cambio de color”. Las fotografías de astrónomos aficionados de septiembre ya muestran al cometa en una coma de gas de color azul verdoso.

Desafortunadamente, el viaje del cometa ha generado desinformación y especulaciones extravagantes, incluidas teorías de conspiración sobre naves espaciales extraterrestres o encubrimientos gubernamentales relacionados con su naturaleza.

Sin embargo, el inesperado paso de 3I/ATLAS a través de nuestro sistema solar ofrece información valiosa sobre entornos más allá de sus límites. A pesar de la falta de imágenes del Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA debido al actual cierre del gobierno, numerosos telescopios terrestres y espaciales, incluidos el Hubble y la misión Tianwen 1 de China, han capturado imágenes de este visitante interestelar.

El viaje único del cometa subraya las constantes sorpresas que acechan en la inmensidad del espacio y alimenta nuestra búsqueda continua para comprender estos objetos esquivos más allá de nuestro vecindario cósmico.