El rover Perseverance de la NASA identificó un meteorito en la superficie de Marte, lo que marca la primera roca no marciana confirmada encontrada durante su exploración de cuatro años del cráter Jezero. El descubrimiento, denominado “Phippsaksla”, es significativo porque rompe el patrón de todas las rocas analizadas previamente que se originan en el propio planeta.
Un valor atípico entre las rocas marcianas
La inusual roca, de aproximadamente 31 pulgadas de diámetro, destaca por su distintiva apariencia esculpida y, lo que es más importante, por su composición química. El análisis revela una alta concentración de hierro y níquel, elementos poco comunes en la geología marciana pero frecuentes en los meteoritos. Esto sugiere que la roca se formó en otras partes del sistema solar antes de un aterrizaje forzoso en Marte hace millones o miles de millones de años.
Esta no es la primera vez que los vehículos de la NASA se topan con rocas extraterrestres en Marte. Spirit, Opportunity y Curiosity han identificado previamente meteoritos potenciales. Sin embargo, la ausencia de tales hallazgos en la exploración inicial de Perseverance del cráter Jezero había comenzado a plantear preguntas entre los científicos, dadas las similitudes geológicas del cráter con el cráter Gale, donde opera Curiosity.
Anuncio retrasado debido al cierre del gobierno
El descubrimiento se realizó el 19 de septiembre (1.629 soles de la misión), pero su anuncio público se retrasó por el reciente cierre del gobierno estadounidense. La declaración de la NASA, redactada el 1 de octubre, no se publicó hasta que finalizó el cierre el 13 de noviembre. El momento subraya cómo incluso las misiones robóticas pueden verse afectadas por la política terrestre.
Meteoritos marcianos: una calle de doble sentido
Curiosamente, si bien es raro encontrar meteoritos en Marte, la Tierra ha recibido numerosas rocas expulsadas de Marte debido a grandes impactos. Estos meteoritos marcianos han demostrado ser invaluables para los científicos, ya que ofrecen información sobre la composición del Planeta Rojo sin la necesidad de misiones directas de retorno de muestras. Un estudio reciente encontró que aproximadamente 200 de estos meteoritos se originaron en sólo cinco cráteres de impacto en Marte. Esto pone de relieve la fuente limitada, aunque concentrada, de estos viajeros interplanetarios.
El descubrimiento de Phippsaksla refuerza la idea de que Marte, al igual que la Tierra, experimenta bombardeos cósmicos y que el estudio de estas llegadas externas puede proporcionar una comprensión más amplia de la dinámica del sistema solar.




























